LA GAVIOTA

Angélica Rivera es en las ultimas fechas el personaje que más burlas y odio ha recibido por parte de la sociedad mexicana, los memes con su imagen abundan en las redes sociales.

Pero, eso es un triunfo para la estrategia del Gobierno, no es de ninguna manera un logro de la sociedad. Ella está ahí para eso, para ser imagen, para controlar los daños y atraer la atención.

Lo importante de este asunto no es simplemente que sea dueña de una casa o como fue que ella logró hacerse de esa propiedad. El escándalo principal y que no debemos olvidar es que el constructor de la "Casa Blanca" de Sierra Gorda 150 es el mismo que ha recibido de Peña Nieto contratos multimillonarios; el conflicto de intereses salta a la vista desde esa perspectiva.

Es importante destacar además que dicha propiedad jamás ha estado a nombre de EPN o de su mujer, el dueño es el ya mencionado Grupo Higa.

De este asunto salta además la declaración de Peña en la que saltan a la vista las inconsistencias siendo las más escandalosas la compra, a los 15 años, de una casa de más de 400 metros por el risible precio de 924 viejos pesos y el terreno de 24000 metros que le donó su padre y tenía un precio de 647 viejos pesos. Convertidos a la moneda actual, resulta que ambas propiedades tienen un valor de menos de $2.

La gaviota ya cumplió su función, dio la cara indignada, se ofendió por los infundios, prometió vender la propiedad y es quien recibe los golpes y atrae la atención.

Ahora es tiempo de no distraernos y volver la vista a lo que realmente importa.