El otro lado

¿Quién puede ser capaz de desollar a un joven estando aún con vida?
¿Qué clase de ser 'humano' puede asesinar a otro? ¿Cómo se puede tener la sangre fría de decapitar, incinerar, pozolear o tratar como basura a un ser humano?

En México, estamos indignados por los 43 normalistas de Ayotzinapa, listos a manifestarnos y exigir justicia pero de toda historia hay dos lados, para que haya un homicidio hace falta el asesino y la víctima.

Los mexicanos, en los últimos años, nos hemos acostumbrado al horror, a conocer de muertos a todo lo largo y ancho del país. Crímenes que cada vez se cometen con más saña.

En Juárez, Chihuahua; llevamos años conociendo de las mujeres que aparecen violadas, mutiladas, torturadas. Jovencitas cuyos cuerpos son encontrados tirados en el desierro. Hemos escuchado de matanzas, incluso de más de 100 personas, sobre todo se ha tratado de indocumentados que son asesinados masivamente en su viaje hacia la frontera. Miles de cuerpos sin nombre han aparecido en fosas clandestinas, otros cuantos colgados en diferentes lugares. Sicarios han confesado cientos de muertes más, han dicho incluso de cuerpos metidos en tambos con ácido para eliminarnos.

Ahora, con lo de ayotzinapa conocimos del caso de uno de los normalistas al que se le arrancó la piel del rostro aún estando con vida, la PGR nos habló de un comando que echo a los jóvenes, como si fueran basura, en un camión para llevarlos a un basusero; se nos dijo que algunos murieron asfixiados durante el trayecto, otros ejecutados al llegar y unos más que estaban inconscientes fallecieron en el fuego de una pira que los incineró.

De todos estos atróces crímenes, existe otra cara. Hay, por desgracia, una descomposición social tan terrible que hace posible el reclutar personas que, por dinero, están dispuestos a asesinar con saña a otro ser humano.

Como mexicanos, debemos preguntarnos ¿qué estamos haciendo mal? ¿dónde perdimos el rumbo?

Porque cada delincuente salió de algún lugar, no se creó por generación expontanea. La sociedad les creo, es nuestra responsabilidad.

¿qué valores estamos dando? ¿qué mensaje dejamos?

Algo está podrído en este país y no es solo nuestro gobierno, nosotros estamos creando un mexico con ciéntos de jóvenes sin valores, sin oportunidades, estupidizados, apáticos, frívolos, listos a hacer lo que sea por unos pesos.