El pasado 31 de enero poco antes de las 4 de la tarde, hora de salida de los trabajadores, se produjo un estallido en el área de checadores de la Torre B2 del centro administrativo PEMEX.
De acuerdo a lo que se podía ver en las imágenes y lo declarado por testigos presenciales el incidente fue de tal magnitud que derrumbó parte del sótano, planta baja y mezzanine así como un pedazo de la facha de este edificio cimbrando los al rededores.
En un principio se hablo de una falla eléctrica, después algo relacionado con el aire acondicionado, se rumoró de la posibilidad de un atentado y finalmente se pidió no especular hasta que se de un reporte oficial una vez finalizados los peritajes.
El saldo hasta el momento (6pm del 1º de febrero) es de 32 muertos y 106 heridos; el Gobierno del Distrito Federal decretó 3 días de luto en la Ciudad y en el Gobierno Federal se habla de una investigación profunda que, en caso de haberlos, castigará con todo el peso de la ley a los responsables.
Pero, ¿Qué hay en el edificio B2? ¿Porqué sería blanco de un atentado?
Resulta que en estas instalaciones se encuentra parte del archivo financiero de la paraestatal, ahí se encuentran los documentos referentes a contratos, licitaciones y asociaciones; se trata de documentación que ha resultado controvertida en los últimos años y que evidencia la entrega de áreas estratégicas de PEMEX a la iniciativa privada; sobre todo a petroleras extranjeras, específicamente españolas.
Con este estallido se perdió parte de esa documentación por lo que aún solicitándola vía IFAI no se podrá entregar pues se considerará desaparecida. Haciendo memoria, llama la atención que este mismo edificio sufrió un incendio por allá de 1982 y en dicho siniestro se perdieron documentos que vinculaban a la familia López Portillo con desfalcos en la petrolera. Ahí es dónde radica la importancia de este edificio.
Por otro lado y dejando a un lado la documentación que se guarda en el B2, es de todos sabido que existe un plan para privatizar PEMEX y para lograrlo llevan ya décadas dejando a su suerte a la empresa, ordeñándole recursos y causando atentados en sus instalaciones; todo para generar una idea de ineficacia.
En este sentido es de llamar la atención que, a menos de 24hr de ocurrido el percance, ya existían comunicadores hablando de las fallas en la empresa, culpando a su abandono por el percance y sugiriendo que si PEMEX fuese privada no habría acontecido esto.
Probablemente nunca sabremos lo que realmente sucedió este trágico jueves en el complejo administrativo de PEMEX, aún cuando salgan a darnos los resultados del peritaje existirán dudas razonables para poner en entre dicho el resultado del dictamen.
Mis condolencias para las víctimas de este lamentable hecho pero a exigir claridad en las investigaciones y evitar que los merolicos del sistema quieran tomar la tragedia como botin para manipular a la opinión pública a favor de la privatización.
Finalmente, vale la pena recordar que las privatizaciones en México no han fomentado la competencia, tampoco mejorado la calidad de los servicios ni han representado un empuje a la economía; han servido exclusivamente para enriquecer a unos pocos a costa de millones.
No a la privatización de PEMEX y justicia para los caídos del 31E13.
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