25 de septiembre de 2015



Epigmenio Carlos Ibarra Aldama, mejor conocido como Epigmenio Ibarra, es el propietario de la empresa Argos comunicación, compañía dedicada entre otras muchas cosas a la producciones de telenovelas.

Parte de este negocio es el sitio de Internet revolucióntrespuntocero.com, página de noticias que se ha ido convirtiendo en un referente en materia informativa.

A Epigmenio, se le conoce como un comunicador aguerrido, crítico al sistema, con una ideología afín a la izquierda, su sitio, tiene un enfoque duro, que apoya las causas sociales y denuncia los abusos.

Sin embargo, no se trata de otra cosa más que de un engaño burdo, de una mentira, de un comportamiento francamente hipócrita que, según se dice en el medio periodístico, es la constante en el actuar del periodista.

"Epigmenio Ibarra, un tipo que habla como socialista y actúa como capitalista, que gana mucho dinero haciendo entretenimiento del más bajo nivel: telenovelas. Peor escritas que las de Televisa, pero salpicadas de una ideología anti gubernamental... Por esas telenovelas, y por una serie soft porn llamada Capadocia, el buen Epi (así le dicen sus seres queridos) cobra todo el dinero que puede a través de patrocinadores y de rating; es decir, siguiendo las reglas del libre mercado. Pero Epi escribe como un luchador social desde su caserón de la colonia Condesa." escribió hace ya algunos años Sergio Zurita en su sitio web.

Por su parte, el sitio SDP noticias, tras la salida de Ibarra de Milenio, aseguró “más que callarlo a Epigmenio le pegaron en el bolsillo y es lo que le duele más; teniendo tantos espacios en diarios y sitios de Internet que comulgan con sus ideales, ¿por qué escribir en uno al que según él es parte del sistema? Ese sistema que tanto detesta Epigmenio pero del cual le encanta recibir dinero. Produce esas series y novelas para el imperio capitalista al que tanto recrimina de querer tener sumergido en la ignorancia al pueblo; terminado un proyecto corre al duopolio Televisa-Azteca para que promocionen sus trabajos y así poder vender sus productos”.

Proyecto ambulante por otro lado, cuestiona ¿Retuiteando a @epigmenioIbarra y creyendo que ayudas a Ayotzinapa? Un texto que desenmascara parte del actuar hipócrita y doble moral del dueño de Argos.

Malú Huacuja del Toro, quien firma el documento periodístico, indica que “el pasado viernes 28 de agosto de 2015, en Estados Unidos se transmitió el  capítulo 87 de la temporada 3 de la telenovela El Señor de los Cielos  coproducida por Telemundo y Argos Comunicación...(donde se presentó)  a unos ‘estudiantes de enfermería’ que, organizados por un personaje claramente identificable con Raúl Salinas de Gortari ... ‘toman un camión’ para ir a ‘arruinar’ un acto de la ‘candidata a la alcaldía de Maravatío’... pero sí se fijan bien en que la alusión a los estudiantes de Ayotzinapa sea clara: van ‘34 estudiantes’ en el camión (invirtiendo los dígitos, 43)”.

Huacuja continía, “los ‘34 estudiantes de enfermería’ que viajaban en un camión rumbo al acto de la esposa del alcalde son secuestrados por el narco y la policía. En el minuto 8:42, el personaje que representa a Raúl Salinas de Gortari, dice:

—No te había comentado, pero como te prometí, nos movilizamos en contra de [la ficticia María de los Ángeles Pineda, esposa de José Luis Abarca, ex alcalde de Iguala] en Michoacán. Se está lanzando para alcaldesa de Maravatío. Le vamos a joder su numerito.”

“Se refiere inequívocamente a la protesta de los 43 estudiantes de Ayotzinapa rumbo a Chilpancingo, a pesar de que los estudiantes sobrevivientes han declarado una y otra vez que no se dirigían a Chilpancingo a ‘arruinarle’ un importante acto a la candidata”, advierte la reportera.

El texto, finaliza cuestionando la forma en que bajo el pretexto de una ficción “histórica” se falsean informaciones y lucra con la tragedia de los estudiantes, “¿Pero después de esto es posible decir que Epigmenio Ibarra apoya a los padres de Ayotzinapa? ¿Con qué cara está pasando lista de los estudiantes desaparecidos todas las noches en Twitter, por una parte, y por otra, produciendo una telenovela en la que sugiere que Salinas de Gortari mandó a los estudiantes a protestar, que el Presidente de México quiere justicia o que los estudiantes sí se proponían “arruinar” el acto de la señora Pineda?”

La respuesta, nuevamente es clara y simple, el dinero. Utilizar estas tragedias tiene un fin puramente comercial, se trata de llamar la atención, generar rating y con ello publicidad que le asegura ganancias.

Esa es la manera en que se escribe de Epigmenio Ibarra y su trabajo, descripciones descalificadas bajo la premisa que se trata de comunicadores vendidos y afines al sistema que pretenden dañar su imagen y reputación.

Personalmente, no conozco a Epigmenio, nunca, ni una sola vez he siquiera cruzado una palabra con él, pero si colaboré por poco más de un mes en su sitio web revoluciontrespuntocero, escribí notas periodísticas en la redacción vespertina.

El trabajo, lo realicé desde casa, la “libertad” de pensamiento al escribir era casi total, el equipo se mostraba solidario, todo en apariencia era casi perfecto hasta que llegó el momento de pagar por mi trabajo, mes y días después de estar colaborando y luego de haber acordado en un principio un salario, se me pagó la cuarta parte del mismo argumentando que era una etapa de capacitación y a partir del mes siguiente cobraría el sueldo completo menos impuestos, cosa que tampoco habíamos acordado.

Tras esta situación, decidí renunciar al trabajo, pero este hecho que podría no tener mayor trascendencia se vuelve fundamental si lo tomamos desde el punto de vista del doble discurso manejado por el propietario de Argos.

En la citada página web, me comentan colegas que continúan laborando ahí, llevan meses ya sin que se les pague, algunos llegan ya a los ocho meses sin paga, otros cuatro; la justificación es que no se tienen ingresos para pagar.

¿No se tienen ingresos? Una empresa productora como Argos que trabaja con Telemundo, Netflix e incluso Televisa (donde se trasmite el Señor de los Cielos) no tiene dinero para mantener con un sueldo digno y pagado a tiempo a un equipo de periodistas que diariamente se parten el lomo tratando de abrir un espacio a esas noticias que no se leen en otros lados.

Jóvenes comunicadores que creen en el discurso de una izquierda progresista, libertaria, luchadora.

Pero una izquierda hipócrita que por un lado denuncia la desaparición de los estudiantes normalistas y por otro lucra con una versión distorsionada, que llora la muerte de periodistas y tiene a sus colaboradores sin pago ni prestaciones, sin ni siquiera un contrato; una izquierda convenenciera que lo único que busca es un beneficio personal y económico.

Se debe ser coherente, predicar con el ejemplo, es obligación de cualquier empresario (particularmente si se dicen “socialistas”) otorgar a sus trabajadores un contrato, prestaciones de ley y sobre todo un salario.

Epigmenio no se cansó de denunciar que en Milenio no le pagaban sus columnas, haré lo propio y seguiré denunciando que a sus periodistas no les paga, no les otorga ninguna garantía laboral y que en el fondo se comporta de una manera hipócrita con un doble discurso que engaña nada más a quien se deja engañar.

Finalmente y como muestra de intolerancia, tras denunciar por Facebook y Twitter los abusos laborales de Epigmenio Ibarra, la cuenta @epigmenioibarra me bloqueó, seguramente porque, como dice el refrán, la verdad no peca pero incomoda.


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